Este lunes se cumplen tres décadas del atentado en la Fábrica Militar de Río Tercero, un hecho que marcó profundamente a la ciudad y dejó heridas que aún no cierran. El 3 de noviembre de 1995, una serie de explosiones intencionales sacudió la planta estatal, provocando la muerte de siete personas, más de 300 heridos y graves daños materiales.
La investigación judicial determinó que el siniestro fue provocado para ocultar el faltante de armamento destinado ilegalmente a Ecuador y Croacia. El caso se convirtió en uno de los episodios más oscuros de la historia reciente argentina, con implicancias políticas, judiciales y sociales que aún resuenan.
A lo largo de estos 30 años, la comunidad de Río Tercero ha mantenido viva la memoria de las víctimas, exigiendo justicia y reparación. Cada aniversario se convierte en una jornada de reflexión, donde familiares, vecinos y autoridades se reúnen para rendir homenaje y renovar el pedido de verdad.
Este lunes, se realizaron actos conmemorativos en distintos puntos de la ciudad, incluyendo el monumento a las víctimas y espacios públicos intervenidos con mensajes de memoria. La consigna sigue siendo clara: “Río Tercero no olvida”.